Un sacerdote católico estadounidense, fugitivo de la justicia desde 1992 acusado de abusar sexualmente de un niño, fue extraditado desde Marruecos para ser juzgado en su país, informó el viernes la fiscalía de Nuevo México (oeste).

Arthur Perrault fue imputado por "abuso sexual agravado a un menor de menos de 12 años" entre 1991 y 1992, cuando servía de capellán de la base aérea Kirtland, cerca de Albuquerque, Nuevo México, informó el fiscal John Anderson en una conferencia de prensa.

El sacerdote había desaparecido en 1992, poco antes de que un abogado presentara una denuncia contra la Arquidiócesis de Santa Fe, acusando a Perrault de abusar sexualmente de siete niños en su parroquia.

Según los investigadores, el sacerdote huyó primero a Canadá y luego a Marruecos, donde el FBI lo localizó el año pasado.

Arthur Perrault, de 80 años, pasó dos décadas en Marruecos también rodeado de niños, a los que enseñaba inglés, de acuerdo con la prensa local.

Allí trabajó para el American Language Center de Tánger, donde fue despedido por verse envuelto en acusaciones de abusos.

El sacerdote fue detenido por las autoridades marroquíes en septiembre de 2017 y estuvo detenido en Marruecos hasta su extradición el jueves, dijo el fiscal Anderson.

"Perrault va a finalmente comparecer ante un tribunal estadounidense para responder a los cargos en su contra", indicó por su parte James Langenberg, el agente del FBI a cargo de la investigación.

Por los cargos que se le imputan, que le serán leídos oficialmente ante un juez este viernes, el sacerdote enfrenta cadena perpetua.

"Pero el caso no ha terminado. El FBI está pidiendo a cualquiera que pueda tener información sobre los contactos de Perrault con menores a lo largo de los años que nos llame", agregó Langenberg.

El sacerdote, que estuvo asignado en Nuevo México entre 1973 y 1992, pudo haber abusado de docenas de personas, según medios locales, que indicaron que la Iglesia llegó a varios acuerdos extrajudiciales para evitar que los escándalos salieran a la luz.

Estos reportes hablan de centenares de denuncias.

La Iglesia católica viene enfrentando escándalos sexuales en todo el mundo muchas veces cubiertos por la institución. Los más resonantes tienen lugar en Australia, Chile y Estados Unidos.